Queda claro que para ser el Rey Feo de los Medios, aunque sea por una semana, no se requiere ser un exitoso empresario, ni una asociación de ayuda a la comunidad, ni mucho menos un científico reconocido a nivel mundial, simplemente se necesita estar borracho, decir una tontería y que alguien te grabe y lo suba a youtube.
Todo esto quedó demostrado hace apenas una semana. De repente en el Twitter la gente empezó a escribir #Fua seguido de frases, unas ingeniosas y otras muy tontas. Había empezado el fenómeno. Uno de tantos que la gente no puede evitar seguir, ni abstraerse del mismo [afirmo]. Incluso para reprobarlo tenías que mencionarlo, como ahora lo estoy haciendo.
Lo que dijo este borracho fue mencionado, replicado y mofado en muchos programas televisivos y radiofónicos. Llenó líneas en periódicos. No contentos, alguien se atrevió a entrevistar al borracho (sí, borracho, porque no merece llamarse de otro modo) en sus cinco sentidos [creo] y repitió la misma sarta de tonterías.
Después de todo esto, quiero apuntar, en primer lugar, que las grandes empresas de comunicación lo piensan, pero no lo hacen [digo atrevidamente], en ofrecer mejores contenidos a su público, y tal vez no sea falta de voluntad, tal vez sea que al igual que en el tema de buen gobierno, nos encontramos en un círculo vicioso.
Sí, ese círculo dónde la costumbre nos ha llevado a aceptar lo que nos dan sin decir una sola palabra en contra. Los medios, por su naturaleza empresarial, ofrecen aquello que vende. Los ciudadanos [consumidores], por nuestra naturaleza pasiva, lo consumimos. Cuando despertamos, exigimos mejores medios. Entonces, los medios de comunicación nos hacen caso, y nos ofrecen noticias relevantes, programas educativos. Después, los ciudadanos los consumimos. Al final, los rechazamos pidiendo lo de siempre, más #Fua y los medios de comunicación nos vuelven a dar las misma porquería.
En segundo lugar, sí alguien me pregunta, ¿en qué momento puede cambiar esta situación?, yo diría que nos encontramos muy lejos de que eso suceda, ya que se requieren de muchas variables, entre ellas, la apertura para que nuevas empresas se creen o se instalen en México; otra variable, es la educación, punto medular que merece no sólo una columna, sino programas y periódicos completos; y tres, ciudadanos que quieran que las cosas cambien, siendo más críticos, exigiendo aún más y proponiendo. Difícil ¿no?, pero nunca imposible.
Pues bien amigos lectores, como lo que vende es la frivolidad y la estupidez, para la siguiente semana hablaremos de los golpes en la ingle, porque el golpe en la ingle, es el golpe en la ingle, ja.
Por hoy me despido y, “Si quieres más de lo mismo, asegúrate de no entrar a Poder Ciudadano”.
Twitter: @ConsumidorPue
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