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Ahora ya no tienes que ir a la Iglesia para encontrarte con la imagen de tu santo, tampoco tienes que ir a la Galería o Museo para admirar alguna  obra de arte, y ni que decir de la diversión, tampoco tienes que ir a un parque o al circo. Ahora todo lo puedes encontrar en un solo lugar, dónde además, puedes comprar ropa de marca o encontrar interesantes ofertas, me refiero al Centro Comercial “Burbuja de Cristal [1], o como yo diría, pompa de jabón.

En el Centro Comercial, las relaciones interpersonales, no solamente tienen códigos y reglas propias, ahora, ante el desgaste y las críticas de quienes están en contra del consumismo, están empezando a diversificar sus ofertas para su público. Se está transformando en un Centro de Esparcimiento Todo Incluido, con ofertas muy variadas. Aunque nunca hay que perder de vista que la principal razón de esta diversificación (estrategias mercadológicas) fue, es y será, la de que tú te animes a comprar, poco o mucho, pero que compres.

Dos claros ejemplos son Angelópolis y el Triángulo de las Ánimas. Ambos en competencia continúan por ganar la preferencia de los consumidores. Ambos con nuevos productos capaces de ganar la atención de la gente. Exposiciones, shows, pasarelas, miniexpos, entre muchos eventos, es lo que ahora podemos encontrar cuando vamos de compras.

En el caso de Angelópolis, desde hace unos días, la imagen de Juan Pablo II tiene un techo que le da cobijo, el Luxury Hall de Angelópolis. Ahí se exhiben varias  fotografías dónde aparece Juan Pablo II a través de sus viajes  y en diferentes poses  que refieren a la celebración de una homilía.  El que fuera Papa de la iglesia católica, confirma su estatus de producto líder en el mercado. La gente, que pasa por ahí, se toma fotos con el santo, y se emociona al verle.

La verdad es que resulta muy atinada esta estrategia. Además resulta muy simpático ver a Juan Pablo II rodeado de tiendas departamentales. Pienso que tampoco es casual que se estén exhibiendo estas fotos ahí, pues poca gente irían a verles sí estuvieran puestas en un museo o galería.  “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”.

Otra de las atracciones que tiene el Centro Comercial Angelópolis, que bien puede catalogarse en el rubro de arte y cultura, son las réplicas de importantes monumentos internacionales: La estatua de la Libertad, la Torre Eiffel y el Taj Mahal.

Pero lo curioso en este caso, en lo personal, creo que esos monumentos que se pudieran catalogar como artísticos, no están ahí porque la empresa quiera promover el arte  o la administración de Angelópolis haya pensado: Vamos a darles un poco de arte a nuestros visitantes. Es simplemente mercadotecnia para enaltecer y resaltar las bondades de la Eco Botella Ciel, que en mi opinión, la marca de agua embotellada que nos  vende la idea de que “entre más agua  Ciel tomes, más ayudas al planeta”  con tan sólo darle la vuelta, es una falsedad de las grandes, ya que la única manera de ayudar al planeta es siendo responsables como consumidores, y eso solo se da, ahorrando agua, energía, reciclando entre otras sencillas acciones. Olvídate de ayudar al planeta tomando agua Ciel. Si reciclas esas botellas, ayudas, si no, de nada sirve darle la vuelta.

Por cierto, ¿Por qué se decidieron hacer monumentos internacionales y no mexicanos? ¿Acaso México no tiene monumento dignos para unas réplicas artísticas con botellas Ciel, como el Ángel de la Independencia o una pirámide? Son dudas que matan.

Finalmente, esta la diversión. Y ya es costumbre que en el mencionado Centro Comercial, haya alguna función de payasos, traigan alguna pasarela de modas, o un show de algún parque temático, hablase de Parque Loro o Africam Safari, de los que he tenido conocimiento.  En este caso, me gusta la idea. Y no hay mucho que decir. Los papás van con sus hijos. Compran. Se divierten. Sonríen. Niños felices. Todos contentos. 

Ahora bien, lo que tenemos que analizar como consumidores, es la naturaleza de este tipo estrategias, el por qué los centros comerciales nos ofrecen, aparte de “increíbles ofertas” de las tiendas, este tipo de eventos o exhibiciones. No se quiebren la cabeza amigos, no son más que un gancho, para que te quedes más  tiempo, recorras más tiendas y compres, compres. 

Quién lo diría, que un día, yendo al Centro Comercial iba a encontrarme con un espacio ecléctico, dónde pudiera encontrarme con un show, cómico, mágico, musical, o sea, con arte, marcas, religión, zapatos altos, bolsas, animales, gente bonita y mucho más. ¿Dónde quedo el Centro Comercial al cual ibas a pasarte por las tiendas sin comprar y a sentarte ver pasar gente y platicar?

Por hoy me despido y, sí vas al Centro Comercial, asegúrate de sobrevivir.
Twitter: @ConsumidorPue

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